Antes de empezar cualquier preparación primero comprobar que los huevos que estamos utilizando estén bien frescos.
✔ Una de las formas es mirando detenidamente su cáscara, si ésta es opaca y áspera al tacto el huevo está en condiciones de ser utilizado. Cuando la cáscara es suave y brillosa significa que el huevo no es fresco.
✔ Otra forma es colocando el huevo en un recipiente con agua y sal gruesa. Si el huevo va hacia el fondo es que está fresco, si flota a media altura todavía se puede usar, pero si queda flotando en la superficie hay que deshecharlo.
✔ Otra manera de comprobar su estado es agitando un poco el huevo cerca del oído, si se siente movimiento hay que tirarlo.
Los huevos deben conservarse en la heladera y para utilizarlos en cualquier preparación, retirarlos con tiempo para que tomen temperatura ambiente. Luego de estos consejos pasamos a las diferentes formas de cocción.
Huevos duros
Poner los huevos en un recipiente con abundante agua y un chorro de vinagre. Tapar y llevar a cocinar a fuego moderado hasta que comience a hervir, destapar la cacerola y dejar que hierva durante 10 minutos, luego retirar, tirar el agua hirviendo y sustituir por agua fría. Esto ayuda a quitarles la cáscara con más facilidad y evita que se ennegrezcan.
Huevos duros cremosos
Esta forma de cocimiento requiere prepararlos en el momento de ser consumidos.
Para que los huevos duros resulten cremosos se deben cocinar durante 10 minutos en agua caliente, pero sin que llegue a soltar el hervor.
Huevos pasados por agua
Hay varias formas de prepararlos, pero siempre con huevos muy frescos y a temperatura ambiente. Al terminar su cocimiento la clara debe quedar cocida y la yema casi líquida. Utilizar 2 tazas de agua por cada huevo. Para que el huevo no se rompa, colocarlo dentro del agua ayudándose con una cuchara.
Si el agua está hirviendo, para aquellos que lo prefieren bien cremoso, dejarlo cocinar durante 3 minutos. Para quienes lo prefieran un poco más cocido, dejarlo 4 minutos o 4 minutos y medio para quienes quieran un cocido más firme. También se puede cocinar el huevo con agua fría y retirar en la primera ebullición, o un minuto antes si se prefiere más cremoso.
Otra forma es poner el huevo en agua hirviendo, apagar el fuego y dejar allí durante 8 minutos. Retirarlo con la ayuda de una cuchara y servirlo enseguida, con la cáscara. Apoyar sobre un portahuevo o bien en tazas pequeñas previamente calentadas. La cáscara debe partirse con una cucharita, nunca con cuchillo. Una vez abierto sazonar con sal y si se quiere con pimienta.
Huevos mollet
Los huevos mollet se sumergen en agua hirviendo dejándolo 4 o 5 minutos a partir del hervor, luego se retiran y se pasan por agua fría. Pelarlos con cuidado pues al ser blandos se rompen con facilidad. Se sirven tanto fríos como calientes
Huevos poché
Para hacer los huevos poché se emplea una sartén o cacerola profunda a la que se le agrega 4 a 5 centímetros de agua y una cucharada de vinagre blanco por litro de agua.
Llevar a punto de hervor y luego bajar el fuego para mantener caliente el agua.
Romper el huevo en un platito y volcarlo en el agua.
Cocinarlo a fuego lento y con una cuchara tratar de que la clara tape la yema.
Dejarlo 2 o 3 minutos, luego con ayuda de una espumadera sacarlo y sumergirlo en agua fría, pero solo un instante. Escurrir sobre un repasador. Lo más conveniente es prepararlos de a uno.
Huevos moldeados
Para los huevos moldeados se emplean moldes individuales de flan, bien enmantecado. Se casca un huevo dentro de cada molde y se cocinan a baño de María y en horno caliente durante 6 a 7 minutos. Están prontos cuando la clara queda firme y la yema cremosa. Si se sirven calientes se desmoldan de inmediato, de lo contrario esperar 10 minutos antes de servir.